Tanto en la base local como al nivel de las naciones, de sus comunidades y países, las Iglesias somos testigos involuntarios de los estragos de la violencia armada ilegal en las personas. Somos testigos del sufrimiento y el caos alimentados por los negociantes irresponsables de armas. Los miembros de la Comunidad Ecuménica Internacional están en una buena posición inicial para emprender una acción conjunta. En muchos países, la Sociedad Civil se está movilizando por un riguroso y efectivo Tratado Regulador del Comercio de Armas (TCA).

Las iglesias estaban entre los primeros componentes de la Sociedad Civil para exigir una regulación universal del comercio de armas. Por lo tanto, durante el proceso de negociación, las Iglesias pueden usar su peso para hacer realmente riguroso, unívoco y eficaz el propuesto Tratado TCA. Como mínimo, un convenio TCA debe proteger a las comunidades y salvar a las vidas que peligran porque el comercio con armas y municiones todavía no está regulado a nivel planetario.

Como un primer paso, aumentarán nuestros esfuerzos hasta Julio del 2012 que es el mes decisivo para alcanzar esta meta. En julio las Naciones Unidas negociarán el convenio TCA. Ello no será un proceso fácil ni rápido para los representantes de los estados miembros, pero por eso nos reuniremos en la sede de la ONU.

Tenemos que asegurar que las discusiones no queden en el nivel verbal  y transigente, ni que discutamos como si se tratara de la compraventa de electrodomésticos. Más bien, los Estados tienen que reconocer, y luego tratar de evitar, el costo humano, los sufrimientos de las comunidades y las muertes causadas por el negociado irresponsable de armas. Es cierto que los detalles técnicos de una política de control pueden confiarse a los miembros especialistas de la campaña ecuménica, pero nuestra meta colectiva en este Proceso es movilizar al público y a todas las personas. Esta campaña nos quiere estimular a lo siguiente:

1.      Informar y concientizarnos a nosotros mismos sobre la necesidad de celebrar un Tratado Regulador del Comercio de Armas

2.      Movilizar a otros para que apoyen la promulgación de un riguroso, unívoco y efectivo Tratado de Control de Armas, un TCA que irradie confianza en los valores de la justicia, de la paz y del bienestar humano.

3.      Cabildear, lobby y hacer presión ante nuestros funcionarios democráticamente elegidos y ante los representantes del gobierno para que reconozcan el imperativo humano de un convenio de control de armas; explicar a los gobiernos que deben apoyar, ratificar e implementar un riguroso, unívoco y efectivo TCA.

Nuestra campaña será unificada bajo la siguiente consigna:

“Si, apoyo a un fuerte y efectivo Tratado de Regulación del Comercio de Armas porque este Tratado protegerá a las personas y salvará vidas”.