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¿Cuál es la posición de la campaña ecuménica para que sea fuerte y efectivo el anhelado Tratado de Regulación del Comercio de Armas?

El Tratado del Comercio de Armas puede ser efectivo solamente en la medida en que lo son sus contenidos y su lenguaje. A través de los esfuerzos diplomáticos que hasta ahora  se han desplegado en el proceso, observamos cómo numerosos intereses, convicciones y cabildeos jalan en muchas direcciones divergentes. Por lo tanto, en lo que son nuestros esfuerzos de campaña y cabildeo, destacamos aquellas regulaciones que en la mayor medida posible protegen y salvan las vidas humanas y la dignidad humana. El Tratado TCA debe contener criterios inequívocos y explícitos, sin ambigüedades, sobre las transferencias tanto lícitas (policía) como ilícitas de armas, de modo que los estados firmantes del Tratado TCA tendrán muy pocas posibilidades para interpretaciones variadas y a su gusto.

Un Tratado de Regulación del Comercio de Armas, para ser efectivo,

  • debe integrar en el TCA el total de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitariodebe referirse también a las Armas Pequeñas y las Armas Ligeras, las municiones y las partes y los recambios, siguiendo las definiciones del Tratado TCA;
  • debe poner énfasis en el impacto negativo de las armas ilícitas sobre cualquier desarrollo socioeconómico sostenible;
  • deber usar palabras fuertes al condenar el impacto devastador que tiene la posesión irrestricta de armas en la situación de la violencia “de género” (sexista, casera y machista);
  • debe obligar al socorro y la asistencia a sobrevivientes.

En particular:

1) Las leyes derivadas de los Derechos Humanos y del Derecho Humanitario Internacional deben integrarse en el tratado TCA

Refugee Camp in Sri LankaRefugee camp in Sri Lanka, 2007 © NCCSL/ACT

Un Estudio efectuado por la Cruz Roja Internacional apor encargo de algunos estados en 1995 y publicado en 1999, llegó a la conclusión de que la proliferación generalizada de armas promueve y fomenta violaciones de la Ley Humanitaria Internacional y tiene consecuencias desastrosas para los civiles durante los conflictos armadas.

Mientras que las armas son disponibles demasiado fácilmente, es también demasiado fácil violar la Ley Humanitaria Internacional, además peligran el socorro y la asistencia humanitaria.

Todos los convenios sobre los derechos humanos, incluso la Carta de las Naciones Unidas, deben mencionar y reconocerse expresamente en el Tratado TCA. Estos convenios deben enumerarse sin omisiones en el Tratado ya que fundamentan la necesidad y la legitimidad de un sistema global de control efectivo y riguroso del comercio global de armas.

Convenios de Derechos Humanos de la ONU ya existentes:

Por lo tanto, por su firma del TCA todos los Estados deben comprometerse a respetar el Derecho Humanitario Internacional y los derechos humanos, haciendo de los derechos humanos los criterios fundamentales para impedir el traslado ilícito de armas. Solamente así se puede evitar que las armas lleguen a las manos de personas sin escrúpulos ni conciencia, personas que justifican nuestro temor que ellas usarán las armas para violar estas mismas normas y leyes humanitarias a pesar de que están ya acordadas internacionalmente en la ONU.

2) La validez y la implementación del Tratado TCA incluye las armas pequeñas y armas ligeras, sus municiones, partes y recambios.

Child soldier in LiberiaChild soldier in Liberia, 1996. © Jonas Ekströmer/WCC

El Tratado TCA debe incluir todas las armas convencionales. La inclusión de las armas pequeñas y armas ligeras es esencial para que este Tratado TCA tenga relevancia para las necesidades apremiantes de las personas más gravemente afectadas por los conflictos armados.

Las armas pequeñas y armas ligeras son las que con más frecuencia cruzan las fronteras internacionales, más que ningún otro tipo de arma. Un hombre del Africa Occidental apuntó: “Desde Mozambique a Montenegro, desde Colombia a Kenya, las armas pequeñas y armas ligeras llegaron a ser las armas de destrucción masiva de la época moderna.”

Las armas pequeñas y sus municiones no siempre se utilizan para disparar en las guerras: sirven para imponer “la seguridad interna”, sin embargo, para crímenes, para la coerción, para la “protección”; se utilizan para causar miedo y terror, y para “mantener la paz y el orden”. Una regulación del comercio con armas pequeñas y sus municiones garantiza que éstas sirvan sólo como herramientas para imponer la justicia y que no lleguen a las manos de los terroristas.

3) Usemos palabras rigurosas, enfáticas y efectivas sobre el impacto negativo que tienen las armas ilícitas en cualquier desarrollo socioeconómico sostenible.

El impacto devastador en el planeta que tienen conflictos armados, crímenes y todas las variantes de la violencia armada es fácilmente visible para todo el mundo en todo momento. La violencia armada causa que cierran escuelas e iglesias, que se desintegran comunidades, que sistemas de salud se desploman, que las inversiones y la productividad económica se estanquen. En total, la violencia pone en peligro la vida y el trabajo. La amenaza física de peligro inmediato que sale del cañón del fusil desplaza a familias enteras, causa lesiones y mata a personas. Los gastos estatales o no estatales para armas y sus equipos desvían fondos realmente necesitados con urgencia para los gastos públicos en educación y salud.

Cuando gastamos en armas sin rendir cuentas claras, sin transparencia, pueden proliferar la corrupción y los abusos de los derechos humanos. Según el Informe de Desarrollo del Banco Mundial, no hay ni un solo país en conflicto armado que alcanzará ni uno solo de las Metas de Desarrollo del Milenio.

Por eso se necesitan regulaciones efectivas y responsables del comercio internacional de armas las cuales deben reflejarse en un Tratado de Regulación del Comercio de Armas.

4) Uso de palabras fuertes, enfáticas y efectivas contra el impacto negativo que tienen las armas sobre la violencia “de género”, es decir la violencia casera, sexista y machista.

Una de las maneras más graves de las cuales las armas afectan desmedidamente a las mujeres es la violencia coercitiva sexual y la violación. Las Resoluciones 1325, 1820, 1888, y 1960 del Consejo de Seguridad de la ONU explícitamente hablan de la violencia sexual como de un arma de guerra: En su informe sobre las Resoluciones 1820/1888 en Diciembre del 2010, el Secretario General de la ONU subrayó que: "La violencia sexual como un arma de guerra puede volverse habitual y un estilo de vida. Una vez arraigada en la estructura de la sociedad civil, persiste largo tiempo aún cuando los cañones y fusiles se han callado."

El comercio irresponsable con armas que cruza las fronteras internacionales, tiene repercusiones que perduran mucho tiempo en los cuerpos de las mujeres, los niños y las familias. El Tratado TCA da un nombre a esta realidad y ofrece la oportunidad de destaparla. El Tratado TCA nos responsabiliza de construir mecanismos de control dentro de una nueva política general para el comercio de armas, legal e ilegal. Afecta directamente los intereses del género femenino y las necesidades de las mujeres.

5) Obligatorias: medidas de socorro y asistencia a los sobrevivientes

Civilians maimed by rebelsCivilians maimed by rebels during the civil war, Sierra Leone, 2001 © Peter Williams/WCC

Incluimos la asistencia a las víctimas de los suministros irresponsables e ilegales de armas. Este socorro no debe faltar cuando se quiera que tenga éxito este Tratado de Regulación del Comercio de Armas.

Los fabricantes, diversas firmas involucradas, los distribuidores y los gobiernos que participan en negocios de armas, deben rendir cuentas y gestionar en forma responsable su negocio de armas, igualmente deben responsabilizarse cuando son ellos que vendieron las armas ilícitas de las cuales se abusa. Con este fin deben llevar registros meticulosos sobre a quién se vendieron las armas y las municiones, sobre en manos de quién terminaron las armas después y con qué fines o justificaciones. Además, deben tenerse presente los temores de ciertos grupos especialmente vulnerables.

El socorro y la asistencia a las víctimas y los sobrevivientes del abuso de armas no necesariamente consta de un sistema de reparaciones o de pagos directos; sin embargo, el acceso a los cuidados médicos, a la rehabilitación y al apoyo psicológico, lo mismo otros programas sociales y económicos ayudan a los sobrevivientes y aceleran el proceso de la reconstrucción después del conflicto. Estos son factores positivos en la construcción de la Paz.